Desde el principio hemos señalado esta respuesta: al mercado financiero, los monopolizadores de tierras, los agronegocios. Y el Proyecto de Ley 2633, legislación diseñada para favorecer el acaparamiento de tierras, es la mayor evidencia de esto. Y bueno… Ricardo Salles, el ministro de Medio Ambiente, también lo dejó bastante claro al decir que la pandemia de coronavirus es una gran oportunidad para desmantelar la regulación ambiental porque todos miran para otro lado.
Ante la urgencia y la creciente preocupación de la comunidad internacional en relación con los incendios de 2019, la administración Bolsonaro reaccionó con soluciones dirigidas a intereses financieros, la cuales de ninguna manera cubrían los problemas que enfrentan los pueblos de la Amazonía. Por el contrario, los ponen en más riesgo al favorecer políticas caras a los intereses de los ruralistas y al fortalecer las medidas para la financeirización de la naturaleza. En el Congreso Nacional, los proyectos que fortalecen medidas como el PSA (Pago por Servicios Ambientales) han avanzado, al mismo tiempo que el gobierno aprovechó la oportunidad para amnistiar a los monopolizadores de tierras hasta 2018, expresado en el Proyecto de Ley 2633, llamado “PL de la Grilagem” – fomentando exactamente la práctica que se encuentra detrás del aumento de incendios.
En medio de la pandemia de coronavirus, el PL 2633 puede ser votado en cualquier momento en el Congreso Nacional; si se aprueba, facilitará aún más la acción de los invasores de tierras públicas. Para el Grupo Carta de Belém, “la legislación […] permite la liquidación de tierras y bienes públicos a un precio de oferta en favor de los acaparadores de tierras medianos y grandes”, recordando que, mientras tanto, “la reforma agraria y la titulación de los territorios colectivos quedar paralizado “.
Esta es la parte 2 de la introducción a la historia “¿Qué pasa realmente en la Amazonía?”. Explore todo el contenido:
Parte 1 (página central): ¿Qué pasa realmente en la Amazonía?
Parte 2: [usted está aquí] ¿A quién favorecen las respuestas de Bolsonaro a los incendios?
Parte 3: El “ganar-ganar” de las empresas con la financiarización de la naturaleza
Parte 4: Por fin, ¿quién está detrás de estos crímenes?
Acceda también: El asedio explicado en un mapa
En resumen, las medidas de pago por servicios ambientales son una forma de monetizar la relación con la naturaleza; dependiendo de los flujos financieros, puede ser interesante mantenerlo o no. Estas medidas no abordan los problemas estructurales del impacto climático y mucho menos protegen a los pueblos y sus territorios: por el contrario, los dejan a merced de las grandes industrias poluentes, que invaden la floresta Amazónica para “compensar” sus violaciones de derechos en otros lugares y la contaminación inherente a sus actividades. Las comunidades pierden autonomía sobre sus propios territorios, transformadas en números activos en la bolsa de valores y “granjas de captura de carbono”, hechos que conducen a la criminalización de prácticas y culturas ancestrales.
El documental “Mercado verde: la financiarización de la naturaleza” explica y denuncia las falsas soluciones que el capitalismo propone para los males que él mismo causa.
Así la tierra es puesta en favor del estado de ánimo del mercado. A él sirven Bolsonaro y el Ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, que actúan en detrimento de la agro-social-bio-diversidad de la Amazonía. Y no es por casualidad la elección de estas palabras: el gobierno actual piensa en la Amazonía desde la perspectiva de la “bioeconomía“, es decir, con el sesgo de explotar los bienes comunes en nombre de la ganancia que favorece a unos pocos. Es explícito: para ellos la Amazonía necesita “soluciones capitalistas“, que no serían otras que la devastación, la explotación y la privatización.
Continúa leyendo la introducción:
parte 3) El “ganar-ganar” de las empresas con la financiarización de la naturaleza
parte 4) Por fin, ¿quién está detrás de estos crímenes?